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Creación de un logo exitoso y un diseño de Packaging memorable: ¿Mero golpe de suerte o fruto de la genialidad?

¿Cómo es posible que algunos logotipos de marcas resistan inoxidables el paso del tiempo mientras que otros tienen que ser reinventados cada año? Una pregunta de vital importancia para todos los que nos dedicamos al diseño de envases de lujo pero que sin embargo, no siempre tiene una respuesta fácil. ¿Podemos considerar que los Packaging atemporales son fruto de un meticuloso trabajo por dar con la clave o estamos ante espectaculares pelotazos, más deudores del azar que del esfuerzo? Echemos un vistazo a dos de los logotipos más conocidos de la historia y a los diseños de packaging que llevan consigo: Apple y Coca-Cola.

 

Dos Conceptos únicos para un logotipo y diseño de Packaging inolvidables

 Coca Cola square logo

 

Cuando John S. Pemberton creó la fórmula para su nueva bebida en 1886, su colega y contable Frank M. Robinson, sugirió un nombre especialmente pegadizo: Coca-Cola; pensando que los dos conceptos quedarían bien cuando se viesen impresos sobre un vistoso cartel de publicidad. Queriendo crear un logotipo único para la marca que estaban alumbrando, Robinson jugó con diversas tipografías para ver cuál resaltaba mejor con el nombre imaginado. Finalmente, llegó hasta la Spencerian script, un tipo de caligrafía característico de los Estadoscocacola history Unidos de la segunda mitad del s. XIX., siendo habitual verla en escritos de tipo empresarial y del mundo de los negocios.
Poco podía imaginar el bueno de Robinson que este diseño permanecería inalterado - salvo por una modificación menor en 1890-1891 - durante los próximos 125 años. Incluso hoy, las famosas letras que dan cuerpo a la marca de agua carbonatada siguen siendo reconocidas alrededor del mundo.

 A pesar de que la fuente primigenia sigue siendo la misma, el fondo sí ha sufrido modificaciones a lo largo de los años. En 1969, la onda blanca fue introducida a un fondo rojo, mientras que en 2003 fueron añadidas algunas burbujas flotantes en tonos amarillos. Sin embargo, nada hay más refrescante para una marca centenaria que volver su imagen más clásica, diseño recuperado en 2007 con la tradicional cinta blanca que todos visualizamos en nuestras cabezas con solo oír esas palabras mágicas: Coca-Cola.

 

 

 

Los mordiscos de Apple

apple logo rob janoff 01

El primer brand logo de Apple fue diseñado por Ronald Wayne en 1976, mostrando a Isaac Newton sentado bajo un árbol con una manzana colgando sobre su cabeza. Demasiado barroco quizás para un tipo como Steve Jobs, quien no tardó ni un año en encargar  “algo más moderno” al diseñador gráfico Rob Janoff. Del mismo modo que la Coca-Cola de Robinson, Janoff no fue consciente que su diseño se convertiría en uno de los logos más icónicos de todos los tiempos.original

Según cuenta el padre de la criatura, el mordisco de la manzana del logotipo fue incorporado para que la gente supiera que se trataba de una manzana y no un tomate. Por otro lado, creaba un juego de palabras efectivo entre los dos conceptos (Bite/Byte), resultando muy apropiado para una incipiente empresa de tecnología.  

La forma del logotipo y su diseño multicolor ha permanecido prácticamente invariable, si no fuera porque los elevados costes de impresión han ido matizando cada vez más ese estilo arcoiris. La versión monocroma del diseño de Apple fue introducida en 1997, siendo la habitual en nuestros días.

 

No sigas las modas

Lo que los ejemplos de Apple y Coca-Cola nos enseñan es que ningún logo o marca permanecen inmutables. Incluso dos de las más poderosas marcas de todo el mundo fueron alteradas en algún momento de su larga trayectoria. Aunque es importante destacar que esos cambios nunca fueron demasiado drásticos, dejando intactos los rasgos clave que daban personalidad tanto a Apple como a Coca-Cola.

Lo que sin embargo estos ejemplos no nos resuelven es cómo crear un logotipo eterno para cada marca. Sin embargo, las historias de Apple y Coca-Cola contienen una valiosa lección: No cambies las características de un logotipo sólo por estar a la moda. La clave está en realizar pequeños ajustes, sin que la reconocibilidad de nuestra marca quede dañada por el camino.